El verano multiplica la exposición a los rayos UV, responsables de provocar daños inmediatos y a largo plazo en la piel. Entre los efectos más comunes se encuentran:
- Quemaduras solares.
- Deshidratación y sensibilidad cutánea.
- Aparición de manchas oscuras y pecas.
- Envejecimiento prematuro (arrugas, pérdida de elasticidad).
- Mayor riesgo de cáncer de piel.
El uso diario de protectores solares en verano permite minimizar estos riesgos, protegiendo la piel y manteniéndola saludable y luminosa.
A la hora de escoger un protector solar, es fundamental tener en cuenta:
El tipo de piel
Seca, mixta, grasa, sensible o con tendencia acneica. Existen fórmulas específicas para cada necesidad.
Se recomienda FPS 30 como mínimo, siendo lo ideal FPS 50 o superior para exposiciones prolongadas o pieles claras y sensibles.
En crema, spray, fluido o gel. Los sprays y texturas ligeras son ideales para pieles grasas y climas muy calurosos, mientras que las cremas son más nutritivas.
Diseñado para pieles secas, este protector solar ofrece una alta protección SPF50+ y ayuda a prevenir y reducir las manchas solares. Su fórmula incluye antioxidantes y activos despigmentantes que unifican el tono de la piel. solopelos.com+1solopelos.com+1
Este gel-crema facial refresca al instante, protege e hidrata la piel expuesta al sol. Ofrece triple resistencia contra los rayos UVA/UVB, el cloro y el agua salada, siendo resistente al agua y al sudor. solopelos.com+2solopelos.com+2solopelos.com+2solopelos.com
- Aplica el protector solar 30 minutos antes de la exposición al sol.
- Reaplica cada 2 horas y después de nadar o sudar.
- Utiliza ropa protectora, sombreros y gafas de sol.
- Evita la exposición al sol entre las 12:00 y las 16:00 horas.
- Hidrata tu piel después de la exposición solar para mantenerla saludable.