Uno de los errores más habituales es depilar sin tener claro el diseño que mejor se adapta a tu rostro. Lo ideal es trazar previamente la forma con un lápiz blanco o delineador para evitar quitar vello de más.
Una pinza sin buen agarre o con puntas desalineadas puede romper el vello en lugar de arrancarlo de raíz, provocando irritación y crecimiento desigual.
Muchas personas tienden a depilarse de más, afinando en exceso la ceja y alterando su armonía natural. Lo recomendable es retirar solo los vellos que claramente salen del contorno deseado.
Intentar igualar ambas cejas puede llevar a depilar de más y acabar con cejas excesivamente finas. Recuerda: “Las cejas son hermanas, no gemelas”. Busca armonía, no perfección absoluta.
Para evitar irritaciones y pelos enquistados, siempre extrae los vellos en la dirección natural de su crecimiento.
Olvidar limpiar las pinzas antes y después de usarlas puede provocar infecciones o granitos. Usa alcohol isopropílico o desinfectante para mantenerlas impecables.
Tras la depilación, la zona queda sensible y expuesta. Es importante aplicar un gel calmante con aloe vera o agua termal para reducir enrojecimiento e inflamación.
- Evita depilarte justo antes de un evento importante.
- Ilumina bien la zona y usa un espejo con aumento.
- Si tienes dudas sobre la forma ideal para tu rostro, agenda una asesoría profesional o consulta nuestra guía de cejas aquí.
Depilarte las cejas en casa puede ser sencillo si evitas estos errores y sigues buenas prácticas. Recuerda que unas cejas bien cuidadas transforman tu mirada y resaltan tus facciones.
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